“Este tipo de instalaciones se desarrolla y mejora día a día”
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), es un lugar único en el mundo en donde se aúna paisaje y naturaleza. 900 animales exóticos de unas 100 especies conviven en una antigua explotación minera a cielo abierto de 750 hectáreas. Su Director Miguel Oti, nos habla de este lugar capaz de transportar.
- Trabajar en un parque
natural con animales, parece un puesto de trabajo de ensueño, ¿cómo es el día a
día?
- La verdad es
que sí, es un puesto que muchos quisieran y que yo tengo la oportunidad de vivir
en primera persona. Soy veterinario y he estado ejerciendo esta profesión
durante toda mi vida. En 2003 me llegó la posibilidad de trabajar en el Parque
de Cabárceno y para mí fue un sueño porque además soy nacido en este mismo
pueblo. En cuanto al día a día en el parque, habría que empezar señalando que
el parque consta de varias secciones, entre ella la sección de animales que es
la que tiene la responsabilidad directa del cuidado de estos. Es una sección
que se distribuye en diferentes departamentos, cada departamento con sus
trabajadores, los cuales trabajan siempre en pareja, sobre todo por seguridad.
Los departamentos se clasifican según los animales, como por ejemplo:
elefantes, felinos,... Nuestra rutina de trabajo, que empieza por la mañana, comienza
con verificar el estado de la instalación y de los animales, revisar si ha
habido algún problema por la noche y observan el animal en todos sus aspectos:
a nivel sanitario y a nivel general. Una vez hechas las comprobaciones
pertinentes, comienzan las labores de limpieza, que varía un poco según la
instalación. Muchos de estos animales, sobre todo los más peligroso y los más
valiosos, por la noche descansan en sus habitáculos por su salud y su
seguridad.
- Sí, los
animales conocen a los cuidadores porque generalmente estos cuidadores son
gente que llevan mucho tiempo trabajando en el mismo puesto. Cuando alguien
entra nuevo, lo que hace primero es una labor de acompañamiento y observación.
Una vez que se inicia en las tareas, siempre trabajará con algún veterano para
que adquiera esa veteranía. De todos modos, en Cabárceno el contacto
animal-cuidador es el justo, no se interacciona prácticamente con ellos. Pero
estoy seguro que sí los conocen, porque enseguida los identifican con la
comida, con que les va a soltar, con cosas buenas en general.
- Yo diría que
el parque en su conjunto: porque no solo es impresionante ver los animales,
sino que la estructura que tiene Cabárceno hace que sea un lugar realmente
especial. El lugar donde se ha creado el parque natural era una explotación
minera a cielo abierto que tiene una antigüedad que data de la época de los
romanos. Estamos hablando de una estructura que fue creada hace unos 2500 años
a.c., por lo que ofrece un paisaje que es único en el mundo.
-¿Cuál es tu lugar preferido?
- Varía porque
el parque es un lugar vivo y hoy te puede nacer un elefante, mañana te nace un
gorila y pasado te nace un rinoceronte. Para mí lo más atractivo es cuando los
animales se reproducen y tenemos la suerte de que la mayoría se están
reproduciendo. En mi opinión, es por la tranquilidad que tienen y el hábitat
tan real del que disponen.
- Este proyecto
surgió porque hubo una persona que le encantaba este tipo de parques. Juan
Hormaechea, que entonces era el alcalde de Santander, era un enamorado del tema
de los animales salvajes, viajaba mucho a África e incluso creó un parque zoológico
pequeñito en la ciudad de Santander, en La Península de La Magdalena. Allí tuvo
leones marinos, focas e incluso un oso polar. Posteriormente, él fue presidente
de la Comunidad Autónoma, y en ese periodo coincidió la cesión de la actividad
minera en Cabárceno. No por falta de minerales, sino porque ya no era rentable.
Aquella empresa contaba con doscientos y pico trabajadores y la Comunidad
Autónoma tenía que hacer algo con estos trabajadores y ¡con la superficie que
quedaba!. Estuvieron valorando que hacer e incluso a alguien llegó a proponer
que fuera un vertedero de basura, pero finalmente se ha convertido en un parque
natural. El proyecto arrancó en el año 89 y en el 90, un año después, ya se
abrió al público, aunque como es de imaginar, con muchas cosas en precario.
Este tipo de instalaciones se desarrolla y mejora día a día. Cuando se abrió
aquí no había árboles y ahora hay miles de especies de árboles. Y seguimos con
esa filosofía: haciendo, construyendo y mejorando cada día.
- Supongo que la seguridad
también habrá evolucionando muchísimo.
- Sí, y tendrá
que seguir evolucionando mucho con el tiempo, porque las nuevas tecnologías te
permiten adaptar y mejorar todo.
- La persona encargada del
cuidado de los animales, ¿tienen que llevar alguna protección o deben ir en
vehículos específicos?
- Depende mucho
del departamento. Por lo general, los cuidadores no tienen prácticamente
contacto con los animales, pero no es lo mismo dar de comer a los osos, que a
los tigres, que a los elefantes o dar de comer a las jirafas. La jirafa es un
animal que no supone ningún problema de seguridad dentro de una rutina normal.
En el caso de los tigres, el alimento se les introduce en sus habitáculos
interiores, entran los animales y cogen el alimento sin ningún tipo de riesgo
para el cuidador. Sin embargo en el caso de los osos, que están en un recinto
muy grande, hay que depositar el alimento dentro estando los osos en el
interior y sueltos. Para ello, los trabajadores se desplazan en un vehículo
protegido para casos de agresión. Por lo demás, al no tener contacto
prácticamente con estos animales, no necesitan más protección.
- Cabárceno es
un parque muy extenso y en el que convive geográficamente con fauna autóctona: zorros, jabalíes, cuervos,... Animales
normales que siempre han cohabitado en Cantabria. Por lo que a veces esto suele
crear confusión. Por otro lado, cuando se habla de los animales que se han
escapado, que yo recuerde, no ha habido ningún animal peligroso fuera del
parque. Hace aproximadamente un año y pico se comentaba que un oso se había
escapado. Nosotros somos muy cautos con eso, porque las cosas no son imposibles
y nunca se sabe. Entonces, en cuanto recibimos el aviso, se dio parte a las
autoridades. Tras un años y medio, no hemos vuelto a saber nada más de este
caso y resulta imposible que si fuera cierto, nadie más lo hubiera visto. Por
otro lado, cuentan que hace muchos años se escapó un hipopótamo. El hipopótamo
es un animal que no tienen una gran peligrosidad, pero esperamos que no vuelva
a pasar nunca.
- Podría ser incluso una
anécdota muy curiosas la imagen del hipopótamo paseando por el pueblo.
- Sí, además
fue muy al principio. El hipopótamo apareció en la huerta de un señor, que directamente
llamó a la guardia civil.
- Los visitantes deben seguir
una serie de normas, ¿las cumplen, se portan bien?
- El año pasado
recibimos más de 650.000 visitantes y lógicamente siempre hay de todo. Pero en
general, no suele haber problemas. Nosotros constantemente ofrecemos la
información sobre las normas, incluso en la página web y, por supuesto, dentro
del parque las señalizaciones son constantes y visibles.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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