“Esto no es una ciencia exacta”
“Una voladura comienza
con el estudio de la roca a arrancar, de su dureza, grado de fracturación,
tamaño, etc. De esta forma, se determina la cantidad de explosivo necesario, la
distribución del explosivo en la roca mediante el diseño de las mallas de
perforación y la secuencia de detonación. Previa a la voladura se realiza un
protocolo de seguridad encaminado a despejar el área de voladura, controlando que
nadie acceda o permanezca en las zonas peligrosas. Tras la detonación se ha de
esperar a que no haya gases de voladura y, en caso de ser una voladura de
interior, habrá que esperar un tiempo prudencial de seguridad para que caigan
todas las rocas del techo. Además, antes de acometer las labores de saneo y
carga de la voladura se ha de revisar que todo el explosivo ha sido detonado y
que no quedan restos que pudieran ser explosionados involuntariamente por la
maquinaria pesada.”
Manipular TNT y nitrocelulosa, fulminato de plomo y pentrita
en un espacio reducido e incluso en una cavidad a muchos metros bajo tierra, y
prevenir cualquier tipo de accidente o riesgo laboral, más allá de una ciencia,
podría incluso considerarse un arte. Expertos como Celso
Amor, socio y director facultativo de explotación minera
subterránea de Minera de Órgiva, reitera
rotundamente que la clave consiste en la formación.
- ¿Por qué es tan importante esa
espera que se hace cuando se produce una explosión en el interior de una mina?
- En una mina de
interior los gases de combustión tardan más tiempo en disiparse, sobre todo si
no hay buena ventilación. Además, los
fragmentos inestables pueden encontrarse sobre nuestras cabezas, a diferencia
de una voladura de exterior.
- No hay un método de
cálculo. El conocimiento de los mineros, artilleros e ingenieros de los
diferentes tajos de la mina son los que determina el momento de volver a entrar
en la zona donde se ha volado. Nosotros, por lo general, esperamos al día
siguiente de forma que al menos pasan 12 horas desde que se ha producido la
voladura. Aun así, hay que entrar con mucho ojo y sanear los techos antes de
retomar las labores.
- ¿Cómo es la seguridad y prevención?
- La seguridad se
consigue prácticamente con la formación. Si el personal actuante en una
voladura sabe lo que no hay que hacer, es muy difícil que haya una detonación
involuntaria.
Sin embargo, sí es más
difícil de controlar las proyecciones en las voladuras de exterior, donde hay
que determinar un perímetro de seguridad lo más ampliamente posible, ya que es
muy difícil predecir hasta dónde llegarán los fragmentos de roca.
- ¿Cuáles son los peligros más graves?
- Las detonaciones
fortuitas que pueden ser provocadas por un uso indebido del explosivo. Estas se
solucionan con formación y seriedad en el empleo. Las proyecciones de rocas en
las voladuras son más difícil de predecir y se solucionan mediante la
determinación de un perímetro de seguridad muy amplio.
- ¿Qué factores hay que tener en cuenta?
- Se ha de tener en
cuenta las propiedades de la roca, el uso que va a tener esta roca (tamaño
principalmente), maquinaria que ha de cargar la voladura y costes de
perforación y explosivo.
- Esto no es una
ciencia exacta, no se puede determinar al 100% las características del macizo
rocoso. Por ello, es muy necesario que los perímetros de seguridad sean muy
amplios.
- ¿Qué complejidades tiene una
maniobra de este tipo?
- El comportamiento de los distintos tipos de
roca pueden variar mucho. Hay rocas plásticas, rígidas, duras, blandas,
fragmentadas, con fisuras, con agua, etc. Además la voladuras cerca de zonas de
afección como pueden ser viviendas, gaseoductos, restos arqueológicos, etc.,
presentan una complejidad extra de forma que se han de tomar medidas
excepcionales.
- Siempre se ha destacado los accidentes en el
uso de esta técnica, ¿es tan peligrosa?
- En la actualidad y desde hace bastante
tiempo son muy poco comunes los accidentes con explosivo, sin embargo, cuando
ocurren suelen ser muy graves por la naturaleza del mismo. Normalmente son
siempre evitables: sabiendo que hacer y, principalmente, que No hacer. Es una
labor menos peligrosa que, por ejemplo, la que hace un albañil o un conductor.
Así que, sin tener datos sobre el índice de accidentabilidad, podría decir que
la cifra tiene que ser muy baja. Los últimos casos que he conocido están
relacionados con la destrucción del explosivo. En mi opinión, esta labor es
claramente la más peligrosa por lo que se debería mejorar la legislación que
favoreciera la devolución del explosivo no empleados, en lugar de su destrucción.
- ¿Alguna vez te has llevado las
manos a la cabeza por el uso indebido de los explosivos?
- Trabajando en una Mina de Perú haciendo una
visita a una casa de un minero me di cuenta que la cuerda que tenían para
tender la ropa era un tramo de cordón detonante. Este accesorio de voladuras
tiene base de pentrita constituyendo uno de los explosivos más delicados frente
al impacto y fricción. El uso incorrecto es por desconocimiento del potencial
que tiene el explosivo para crear daños. Actualmente, el explosivo es tan
seguro que el personal olvida que es explosivo y tratan al explosivo como a
cualquier otra herramienta.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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