Para contestar esta pregunta hemos pedido la ayuda de profesionales especializados en este tema, Juan Carlos Ugarte de Talleres Torrealde (Zamudio) y Asier y Unai Espuña de Vulcanizados Luís (Bilbao).
A ellos les hemos pedido que nos expliquen qué es eso de los neumáticos de invierno, por qué son tan efectivos, si es que lo son, y qué hay de cierto en la afirmación de que son realmente una alternativa a las cadenas “de toda la vida”.
Ambas empresas coinciden en afirmar que la inmensa mayoría de los conductores no están familiarizados con el uso de cadenas para nieve, y que por tanto, muchos no sabrían colocarlas y otros lo harían mal, provocando desperfectos en el vehículo. Además, instalar cadenas implica, lógicamente, hacerlo en condiciones de intenso frío, quizás nevando y/o de noche y muy probablemente sin más abrigo que la cuneta. Toda esta molesta operación hay que repetirla tantas veces como puertos de montaña o túneles se crucen. Las cadenas sobre asfalto destrozan los neumáticos y la suspensión. En el caso de las modernas fundas o cadenas textiles, de rodar sobre el asfalto, lo que se desharía sería la propia cadena textil.
Entonces la pregunta es obligada desde un punto de vista práctico y legal, ¿Los neumáticos de invierno pueden sustituir a las cadenas de nieve?
La respuesta es unánime. Sí, los neumáticos de invierno dada su adherencia y capacidad de evacuación, sin necesidad de cadenas, mejoran la seguridad en carretera invernal tanto sobre nieve o hielo, como, y esto lo olvidamos frecuentemente, sobre lluvia o granizo. La Legislación lo respalda:"Cuando sea obligatorio o recomendado el uso de cadenas u otros dispositivos antideslizantes autorizados ……. o bien utilizar neumáticos especiales ... éstos irán marcados con la inscripción M+S, MS o M&S ..." (Real Decreto 2822/1998) .
Entonces, ¿por qué son tan poco utilizados en España?
Ambas respuestas se encaminan hacia la misma idea; se puede pensar que las condiciones climatológicas en España no son tan extremas como en otros lugares de Europa, sin embargo, no hay que olvidar que estos neumáticos no solo son recomendables para situaciones de nieve, sino también para condiciones adversas en general; hielo, lluvia y sobre todo, bajas temperaturas. Por otro lado, es obvio que los desplazamientos son cada vez mayores, se viaja más a zonas de montaña y a otros países, bien sea por ocio o por motivos laborales. Quizás por estas circunstancias, las instituciones han comenzado a informar sobre las ventajas de su uso, cosa que hasta ahora apenas habían hecho. Una anécdota muy significativa que nos comentan es que en un mes se han vendido más neumáticos de invierno que en todo el año pasado.
Hay que tener en cuenta que en algunos países de Europa, el uso de este tipo de neumáticos es obligatorio desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo y en Alemania, por ejemplo, si ocurre un accidente sin llevar neumáticos de invierno, el seguro no cubre el siniestro.¿Y cuales son las características específicas de estas ruedas?Según nos explican nuestros especialistas, para empezar el material (la goma) que se utiliza en su fabricación es diferente y se adapta mejor a las bajas temperaturas “ofreciendo mayor adherencia, menor riesgo de aquaplaning y reduciendo la distancia de frenado, el dibujo del neumático es más profundo e incluye una serie de laminillas que ayudan a lograr esa adherencia óptima por debajo de los 7º C. “
¿Por encima de esa temperatura se deben sustituir estos neumáticos de invierno por los “convencionales”?
Tanto Asier como J. Carlos nos sacan de la duda. “Por poder, se pueden usar los neumáticos de invierno durante todo el año, aunque fuera del invierno es mejor utilizar los convencionales, ya que su comportamiento no es el mismo y tienden a ser un poco más ruidosos, por las laminillas” y por otra parte también, “aumenta innecesariamente el consumo de combustible y el desgaste del neumático”.
Aparte de la inversión, ¿qué otros inconvenientes presenta sustituir los neumáticos en invierno? "Únicamente la incomodidad de su almacenamiento". Aunque actualmente estos talleres ofrecen a sus clientes el servicio de guarda de los neumáticos.
Por último les preguntamos a qué tipo de usuario creen ellos que les puede compensar utilizar estos neumáticos. J. Carlos está convencido de que son óptimos para “todos los que van con frecuencia al monte, a esquiar o que suelen viajar por Europa y zonas geográficas muy frías” y Asier lo corrobora “a todo el mundo que coja el coche todos los días, ya que la seguridad que aporta un neumático de invierno para agua, nieve, granizo y bajas temperaturas es mucho mayor que el neumático standard”.
Como conclusión y contestando la pregunta que originó este artículo. Sí, los neumáticos de invierno son una alternativa real y efectiva a las cadenas, y además aportan mayor seguridad en conducción invernal que el neumático convencional.
Si queréis + información, podéis contactar directamente con nuestros expertos:Vulcanizados Luis y Talleres Torrealde
Consejos de la DGT para una conducción segura en invierno.
Vídeo demostrativo “Cadenas vs Neumáticos de invierno”
Artículo elaborado por: Cristina Ruiz.
NEUMÁTICOS DE INVIERNO, ¿UNA ALTERNATIVA REAL A LAS CADENAS?
¡ENHORABUENA! Nuestra redactora premiada por el mejor blog de Innovación y Tecnología.
Para + información sobre este evento:
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110122/cultura/mejores-blogs-vascos-20110122.html
UN REPASO HISTÓRICO A LA PREVENCIÓN Y LA SEGURIDAD ¡Muy recomendable!
“Trabajo y Salud. Desde la protección a la prevención”, es el título de la exposición que hasta el 4 de febrero podéis visitar en el edificio Ensanche de Bilbao.
La exposición se centra en los siglos XIX y XX, aunque abarca desde la prehistoria hasta nuestros días. Nosotros ya la hemos visitado y realmente nos ha parecido muy interesante.
Arrancamos en el siglo XIX, pasamos por la época de la revolución industrial y vamos conociendo, a medida que visitamos los diferentes expositores, cómo ha ido evolucionando el concepto de la seguridad, desde el punto de vista de las condiciones de trabajo y la prevención de accidentes.
Todo ello apoyado en documentos muy interesantes y de gran valor histórico, antiguas fotografías de trabajadores de todas las épocas y de acontecimientos influyentes y sobre todo, ejemplos reales de equipos de protección personal e instrumentos de trabajo que datan, algunos de ellos, de los albores del siglo XX y que son francamente sorprendentes, además de suponer un alarde de ingenio y creatividad. Aquí tenéis algunos ejemplos:
A lo largo de la exposición nos encontramos con las primeras leyes que se dictaron en este sentido, que datan de los siglos XIII y XIV, por las cuales, por ejemplo, la Corona de Aragón obligaba a los patrones de los barcos a dar comida y bebida a sus tripulaciones al menos 3 veces por semana o con la primera institución española relacionada con la salud laboral, creada por Felipe II bajo el nombre de “Hospital Real para Laborantes del Escorial”.
Muy a finales del siglo XIX, aún se trataba de poner límites legislativos a situaciones laborales que hoy en día, nos parecerían aberrantes. Así, por ejemplo, el Proyecto de Ley sobre el “trabajo de la mujer y de los niños”, entre otras muchas disposiciones, limitaba el acceso al trabajo, prohibiéndolo a los niños menores de 10 años y “protegía” a los niños de 10 a 14 años, limitando su jornada a “tan solo” 6 horas diarias en establecimientos industriales y a 8 horas en el comercio.
Con la llegada del siglo XX, comenzamos a encontrar las primeras leyes digamos “modernas” y realmente protectoras de la salud y la seguridad de los trabajadores. El descanso en domingos y festivos y la Ley de Accidentes de trabajo de 1900 (conocida como la Ley Dato), que por primera vez establece la responsabilidad del empresario sobre los accidentes que sufren sus operarios, son buen ejemplo de ello. Sin duda, se empiezan a lograr grandes mejoras sociales.
Así vamos conociendo stand tras stand, los avances que cada época fue trayendo según sus propias circunstancias. Llegamos a la República, periodo corto pero muy fructífero en la consecución de nuevas normas en defensa de la mejora de las condiciones de trabajo.
Sin embargo, tras la guerra civil y con la llegada de la dictadura, se abre un período sin libertad sindical, lo cual hace que aunque se realizara un esfuerzo legislativo, la cosa se estancara bastante.
Por último podemos ver cómo poco a poco se irán conquistando nuevas metas, hasta llegar a uno de los puntos de inflexión más importantes en toda esta historia y que parece que marca realmente un antes y un después en toda esta carrera contra reloj; La Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995, a partir de la cual, todo parece que va a avanzar más rápido y de manera más eficaz.
El tiempo nos dirá si esto es cierto o no, pero lo que si está claro es que una sale de esta exposición con dos ideas; una, que aunque a veces nos parezca lo contrario, hemos avanzado un gran camino desde aquellos tiempos en los que un trabajador era poco más que mano de obra sin derechos y la otra, que aunque todo esto se haya hecho, quizás nos quede un camino más largo de lo que esperamos, teniendo en cuenta las cifras de accidentes laborales que todavía debemos soportar y que pueden hacernos pensar que aún hay algo que debemos estar haciendo, cuando no mal, al menos no muy bien.
Como conclusión, animaros a que visitéis esta exposición, organizada por el Instituto Nacional de Seguridad e higiene en el Trabajo, Fundación F. Largo Caballero y la mutua Fraternidad, en horario ininterrumpido de 9:00 de la mañana a 19:30 de la tarde. Merece la pena.
¿Queréis hacer un recorrido virtual por la exposición?
Balance anual de la siniestralidad en carretera.
Según el Balance de Seguridad Vial presentado por la Dirección General de Tráfico (DGT) respecto a este pasado año, “La siniestralidad en carretera desciende por séptimo año consecutivo tras registrar en 2010 una reducción del 9%".Os invitamos a conocer este interesante informe: http://www.dgt.es/was6/portal/contenidos/documentos/prensa_campanas/notas_prensa/NotasDePrensa0088.pdf
El Ministerio de Interior y la DGT nos ofrecen este vídeo divulgativo de agradecimiento a la sociedad civil por su implicación y apoyo con actividades a favor de la seguridad vial.
Aunque aún queda mucho por hacer, a la vista de estos resultados, parece que vamos por el buen camino.
